Tu logotipo puede valer más que tu empresa. Consejos prácticos.

¿Te has parado a pensar el verdadero valor del logotipo de una marca o empresa?. Cada vez más, la marca y su logo son los activos principales de una empresa, un logotipo es un verdadero valor, un activo en constante trabajo.

Casi siempre multinacional. esa nimia dimensión intangible puede estar valorada en miles de millones de euros o dólares, billones incluso. En realidad, algunos emporios son puro vaho de mejores tiempos pasados que permiten vivir de un prestigio ya en sepia, que aun renqueante mantiene la prestancia inherente a su logotipo o marca. No obstante no cabe la duda de que par cualquier empresa una marca y un logotipo son verdadero valor, la personalidad e oimaginario de una empresa comienzan en su logo.

Cabe deducir de lo expuesto que un logotipo bien hecho vale (o valdrá) su peso en oro más tarde o más temprano. Se dice de manera un tanto cursi que es el alma de una empresa pero un alma que puede traducirse en una fortuna de la noche a la mañana (quizá haya que esperar un poco más, no se lo tomen al pie de la letra).

Pero esto que te vamos a contar te gustará, es interesante cuanto menos….

 

Si, necesitas un logo para tu empresa, no lo dudes.

Sesudos estudios neurológicos han descubierto que nuestro cerebro procesa 60.000 veces más rápido una imagen visual que un texto escrito. Somos capaces de recordar uno de cada diez sonidos, dos de cada tres textos y alrededor del 80 por ciento de las imágenes almacenadas en los sofisticados laberintos cerebrales. Huelga señalar que una imagen vale más que mil palabras. La sabiduría popular no suele fallar. A veces los tópicos son primos hermanos de la verdad. También es de dominio público el aforismo de que la primera impresión es la buena: de ahí se desprende que un buen logotipo tenga mucho terreno ganado a la competencia si su carta visual de presentación se impone en el mercado abierto a millones de sensaciones, emociones y necesidades en libre concurrencia.

La lucha por la atención de la audiencia es cada vez más feroz

Otro factor clave para invertir en un logo atractivo y deseable es que la atención precaria y variable de un ser humano suele ser bastante reducida. No hay consenso al respecto entre los investigadores: unos cifran el tiempo de atención máximo en ¡8 segundos!, otros en no más de 15 o 20 minutos… Lo cierto es que la atención individual está sometida a influencias inmensas. Un paseo por la calle da la medida de los diversos elementos que pugnan por acaparar nuestra atención: el móvil, la publicidad, la gente, los coches, los semáforos, las luces de neón, los ruidos, la música, los peligros indefinidos, nuestros pensamientos… La lucha es feroz por conquistar nuestro interior más íntimo. En esa mar de olas gigantescas los reclamos son multidimensionales cuando, al parecer, la mente humana solo es capaz de retener de un suceso siete ítems o unidades simples de información. De ahí, insistimos, en la crucial importancia de un logotipo que elimine adversarios con su sola presencia icónica.

 

Como debe de ser un logo. Qué buscar.

Acerca del logotipo ideal y académico hay teorías para dar y tomar. Trabajando aunque con unas normas univrsales, profesionalmente cada maestrillo tiene su librillo y en la historia del diseño gráfico (a mano alzada y con tecnologías de última generación) también hay fracasos colosales tras mucha pose ecléctica y mucha labia de vendedores de crecepelo de rancia estirpe. Para los neófitos en estas lides es necesario que conozcan algunas ideas muy básicas para no dejarse engatusar por brillantes entelequias que no llevan a ninguna parte.

1. Un buen logo debe ganar poder con el tiempo y ser resistente ante los embates de la inexorable madurez y la previsible decrepitud que viene con la vejez. Las modas son pasajeras y obedecen a estéticas y gustos muy localizados. Definen un mero instante del discurrir histórico. Lo que ahora parece lo más in, una hora después puede ser out. Transformarse en un clásico, incluso moderno, no surge así como así: el futuro siempre hay que trabajarlo con cabeza y corazón, salvo que a uno le toque una millonada en la lotería.
2. Un logo bien concebido debe entrar por los ojos y ser entendido sin ninguna duda. Y, por supuesto, ser recordado con suma facilidad. ¿Y cómo se consigue eso? Es como la pregunta del millón, no hay garantías de seguridad cien por cien efectivas. Resulta aconsejable realizar tests previos con público en general, con el target al que nos dirigimos, comparando nuestro logo con los de la competencia y con otros antiguos que aún permanecen en la memoria… Las técnicas de acopio de datos (big data) son variadas; un mix de varias sería la mejor alternativa.
3. Otra característica esencial de un logo rompedor es que impresione y seduzca como un amor a primera vista. Más allá del propósito objetivo de la marca, el icono debe imponerse en la mente individual como una obsesión de la que es prácticamente imposible evadirse. Que el logo sea pegajoso sin causar molestias. Que se convierta en una tautología simple: Google es Google, Facebook es Facebook, Apple es Apple, Amazon es Amazon, El Corte Inglés es El Corte Inglés, el BarÇa es el BarÇa y el Real Madrid es el Real Madrid y similares marcas que se retroalimentan de sí mismas gracias al poder innato del prestigio de su logo y de las sombra alargada que proyecta su imagen netamente emocional en la multitud y, muy especialmente, en sus fans o seguidores.
4. Y asimismo deber ser versátil y sencillo. Versátil para ser capaz de adaptarse a diferentes ambientes y coyunturas, y sencillo para que alcance a segmentos públicos lo más diversos posibles (aunque en un principio una marca o logo se dirija a un target muy restrictivo, nunca se sabe si los avatares del tiempo exigirán ampliar o cambiar nuestro target inicial). Aunque cuidado con esto, en ocasiones algunos logotipos están diseñados en conciencia contra todas o algunas reglas de diseño gráfico. El diseño es polifacético y misterioso en cierto grado y en ocasiones algo técnicamente mal ejecutado puede tener un éxito arrollador una vez lanzado ante la audiencia.

 

Resumiendo, un logo debe…

En síntesis, un logotipo cum laude debe recorrer una trayectoria similar a la descrita: reconocibilidad, concitar la atención de la gente, suscitar un interés legítimo, provocar el deseo de comprar o poseer y, por último, inivitar a la acción que cierra el círculo de las reacciones e interacciones ideales entre marca (o logo), mercado y cliente. Podemos describir este itinerario a vuelapluma con el factor VERI de la vitalidad y resiliencia de un logotipo bien diseñado. (Léase VERI como Vía Erótica de Retroalimentación Interactiva). Como hemos dejado reflejado en párrafos precedentes, alrededor del logotipo pululan teorías y prácticas de distinta índole, Hay escuelas o know how para casi todos los gustos. En cualquier caso, aquí estamos intentando recrear los lugares comunes que avalan la inmensa mayoría de profesionales.

No obstante todas coninciden en una cosa, como un consenso en el diseño de logotipos, la reconocibilidad, un logotipo debe reconocerse rápidamente, rememorarse, si te olvidan o no reconocen tu marca, el trabajo no está bien hecho.

 

Consejos para tener un buen logo

Una propuesta más esquemática de las características fundamentales que debe reunir un logo más o menos ideal es como sigue. Muchas sugerencias se solapan con otros puntos de vista o perspectivas teóricas. Que cada cual saque sus conclusiones parciales o definitivas.

1. Logo que no entra por los ojos no puede ser un buen logo. Debe ser comprensible para diferentes culturas, ideologías y credos religiosos; para ancianos y niños; jóvenes y adultos; mujeres y hombres. ¿Recuerdan aquel spot de Coca Cola en el que la firma vendía su producto para los gordos, para los flacos, para los altos, para los bajos, para la familia, para los de allí, para los de aquí, para todos…? Ese script (el original es mucho más largo) resume, a nuestro entender, las virtudes que debe atesorar un logo más que excelente.
2. Parece de recibo, pero no lo es. Un logo ha de irradiar per-so-na-li-dad. Si vamos por la calle y vemos y leemos con detenimiento las marcas y logos que nos asaltan en el paseo… puede que lloremos por los logos de ínfima calidad que se postulan en cada comercio o cartel publicitario. La personalidad resulta indefinible por naturaleza. Es una manifestación intrínseca de seres privilegiados. Sin embargo, sabemos quienes tienen personalidad y quienes son del montón. Escuchemos a la voz del buen sentido (que no tiene que coincidir con el sentido común porque sí).
3. Transmitir valores es otro aspecto fundamental de un logo atractivo. No es tarea sencilla conseguir que un icono se traduzca en valores positivos. Muchos factores intervienen en esa percepción, desde meramente técnicos a emocionales y también culturales. Todos ellos deben ser tenidos en cuenta. Y, por supuesto, también resulta imprescindible que la empresa sea consciente de sus propios valores. Ganar dinero, sin más atributos, no suma adeptos para causa alguna. Se precisan más condimentos para un guiso sabroso: responsabilidad social, metas intangibles, misión subjetiva… Esos valores valen más a la larga que unos beneficios estacionales desmesurados. La historia está plagada de ambiciones súbitas que acaban mordiendo el polvo de la miseria absoluta.
4. Flexibilidad y neutralidad. Todo ente o planta o animal o persona o logo que sea flexible puede sobrevivir en ambientes muy diferentes por muy hostiles que sean aquellos. No se trata tanto de ser fuerte y rocoso como de ser como el junco: ni los vendavales más feroces pueden con la elegancia de su cimbreo. Y neutrales se entiende casi sin comentarios. Tomar partido en polémicas estériles puede ser una osadía que se pague muy caro: todo el mundo se acordará del error más nimio y la inmensa mayoría olvidará la gesta más gloriosa. Los héroes nacen con fecha de caducidad y los malvados reinan sobre la posterioridad. Así Hitler, Stalin, Drácula… ¿Cuántos se acordarán a medio plazo de Nelson Mandela, Juana de Arco o Mafalda?
5. Cuando estés buscando el logo de tu vida no incurras en la garrafal equivocación de ir a la guerra contra la competencia. Las contiendas a vida o muerte entre marcas suelen acabar en absorciones, quiebras, opas hostiles o heridas muy graves por ambas partes. Usa de la asertividad de un buen logo sin entrar en dimes y diretes superficiales. Afirma con energía tus valores evitando denigrar al adversario. Si tienes amplitud de miras, puedes logar tus objetivos no dañando al contrario de forma gratuita. La elegancia es un grado. Y un atributo precioso.

 

Contratar a un diseñador de logotipos profesional

Ahora vamos a darte unos consejos exprés por si decides ponerte en manos de un profesional del diseño gráfico y en particular especialista en logotipos para crear tu marca y logo o renovar los que ya tienes. Te los ofrecemos en plan relámpago.

1. No pidas muchos colores. Las mezclas abundantes crean confusión y son un tanto chabacanas. Modera tus querencias o impulsos cromáticos.
2. No caigas en barroquismos y filigranas excesivos. Que no te vendan la moto de complejidades incomprensibles. Ya te lo dijimos antes: busca lo sencillo.
3. Es muy posible que el logo tenga texto. No elijas tipos de letra que dificulten la lectura. Otra vez, y es la enésima ocasión en que lo repetimos: en lo simple o sencillo reside la mejor solución.
4. Sé moderado en sombreados, degradados y otros recursos estilísticos de diseño gráfico. A mayores excesos secundarios menor impacto visual. Es una máxima bastante consolidada entre los buenos profesionales.
5. Estudia las estrategias de imagen y marketing de tus competidores. Escruta su mercadotecnia al detalle. Pregúntale a su logo y escucha lo que responde. Echa un vistazo detenido a su publicidad: en tv, cartelería, en la web…
6. Sé sincero contigo mismo. Enumera tus puntos fuertes y tus flaquezas. Pide opiniones mediante los dispositivos a tu alcance: en persona, mediante encuestas, a través de tests de satisfacción, usando el big data y el neuromarketing si los tienes a tu alcance… Compárate con la competencia. Eso sí, no te mientas jamás.
7. ¿Tú nombre comercial o tu marca guarda algún significado oculto o especial? Díselo al diseñador profesional que te asesora. Ahí, nunca se sabe, puede esconderse una fuente de inspiración superlativa.
8. Piensa en tus clientes. El target que tú deseas y el target objetivo. El target a corto, medio y largo plazo. Conociendo esas metas de modo casi científico puedes establecer campañas de publicidad y marketing más efectivas.
9. Tres sugerencias en una: que tu logo sea legible a primera vista en cualquier tamaño; que sea reproducible en formatos muy diversos; que soporte modificaciones de color sin alterar su esencia intrínseca.
10. Ten presente que un logo no es para toda la vida. La ley de la evolución de Darwin también se aplica a cualquier logotipo. Siempre habrá que hacer retoques: un empaste por aquí, unas gafas por allá, cirugía plástica allende y aquende, etc. Si miras la evolución en el logotipo de Google entenderás a la perfección lo que decimos.
11. Escoge un eslogan o lema que refuerce tu imagen. No digas lo que dice el logo: no seas redundante; agrega valor; exige creatividad al copywriter, que se involucre con tus emociones… Usa de metáforas concisas y originales. Huye de lo obvio y evidente. Sueña y haz soñar a tu target.

 

Las tendencias en diseño de logotipos

¡Espera! Una última vuelta de tuerca. Las tendencias de última hora en diseño de logos van por aquí:

• Logotipos animados, al estilo GIF.
• Predilección por irregularidades geométricas ex novo, esto es, figuras regulares no: triángulos, hexaedros, rombos, cuadrados…
• Vuelta al pasado, retrologos vinculados a estéticas antiguas relacionadas con sectores de actividad muy específicos: automóviles, música, cine, vestimenta…
• Regreso a la mano alzada. Grafías artísticas individualizadas.
• Utilización de caracteres icónicos de gran fuerza expresiva modificados ad hoc (*, &, @, #, >…).
• Aunque se trate de una tendencia en uso desde hace algún tiempo (sobre todo en arquitectura y decoración), es obligado mencionar al minimalismo. Decirlo todo con lo mínimo: tal es la traducción libre al universo del diseño gráfico.

 

Conclusiones

Con estos ingredientes, tu logotipo soñado ya puede ir tomando cuerpo fuera de tu mente. Que así sea. Si te ienteresa ampliar información sobre el tema o estás interesado en que te diseñen un logotipo tenemos un interesante artículo sobre cuanto cuesta un logotipo, que te gustará.

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