La venta de productos falsificados es un gran negocio. En el año 2012, el 12,4% de los consumidores españoles reconocía haber comprado algún producto falso, con un gasto total de 991 millones de euros. Cuando compras una falsificación no puedes estar seguro de que la calidad sea similar a la del original. Entonces, ¿por qué compramos productos falsos? Probablemente sea una cuestión de aparentar un status social al poder lucir productos que a lo mejor están fuera de nuestro alcance. Eso es válido tanto para el negocio textil como para el tecnológico, estamos rodeados de ejemplos: móviles que imitan al IPhone, zapatillas deportivas que imitan a marcas como Nike o Adidas, bolsos Dolce & Gabbana, etc. Ciertas marcas tienen ese poder de hacer que las deseemos, que es lo que se conoce como branding.
Una cosa curiosa es que gran parte de esos productos no muestra el nombre de la marca en ningún lugar visible. En las zapatillas deportivas el nombre suele estar en la lengüeta, un lugar poco accesible. Prueba a consultar una web de alguna marca de coches; las fotos de los vehículos suelen mostrar la parte frontal y un lateral, cuando la marca y el modelo suelen aparecer en la parte trasera.
Esto parece una contradicción. Por un lado, la gente se siente cómoda mostrando ciertas marcas (aunque sean falsas); por otro lado, muchas empresas con buen branding no insertan el nombre de su marca en un lugar visible de su producto. Veamos qué pasa.
LOGOTIPOS PARA IDENTIFICAR A LAS EMPRESA
Muchas empresas no incluyen su nombre en un sitio visible del producto porque utilizan otro elemento que sirve para identificarla: los logotipos (o isotipos, cuando el nombre de la marca no aparece en el logo). Volvamos a algunos de los ejemplos que hemos puesto antes. Sabemos que un Iphone es un teléfono de Apple no porque el nombre de la marca esté bien visible, sino porque vemos claramente su logo, una manzana mordida. Cuando observamos unas deportivas no prestamos atención a la lengüeta, sino al logotipo del lateral del calzado.
Con los coches sucede exactamente lo mismo, en su parte frontal siempre se sitúa el isotipo del fabricante, y solo con eso somos capaces de identificar la marca.
Pensemos en otros ejemplos: los escudos de los equipos de fútbol no dejan de ser logotipos que los identifican. Si vemos el del Átletico de Madrid lo asociamos al equipo inmediatamente, da igual que no seamos muy futboleros. Otro caso puede ser el de las bandas de música; todo el que vea unos labios y una lengua roja piensa enseguida en los Rolling Stones, Queen poseía un escudo también muy reconocible inspirado en los signos zodiacales de sus componentes (seamos compasivos, los 70 eran así), etc.
¿Los pantalones Levi’s? La etiqueta con la marca está muchas veces oculta tras el cinturón o bajo una prenda de vestir, pero la pequeña etiqueta roja cosida al bolsillo trasero derecho suele ser visible y nos permite identificar al producto. En los polos rara vez veremos el nombre del fabricante, pero sí vemos a un jinete jugando al polo o a un cocodrilo.
HISTORIA DE LOS LOGOTIPOS
¿Cuándo comienzan a usarse? Pues depende de lo que definamos como logotipo.
En antiguas civilizaciones como los asirios, los mayas, el imperio chino, los babilonios… ya se usaban pictogramas, pero los logotipos empleados para identificar a empresas se empezaron a utilizar alrededor de los siglos XIII-XIV. Un caso llamativo es el de la marca de cerveza belga Stella Artois, fundada en 1366 bajo el nombre de Den Hoorn (el cuerno). El logo actual incluye un cuerno en la parte superior, que es el mismo que el que se usaba como logotipo en sus inicios.
Sin embargo, a raíz de la Revolución Industrial fue cuando esta práctica de marketing empezó a extenderse. A día de hoy es impensable una empresa que aspire a tener un mínimo de proyección sin un logotipo.
PAUTAS PARA CREAR BUENOS LOGOTIPOS
Esto no es una ciencia exacta, pero existen ciertos criterios a la hora de crear logos que pueden funcionar bastante bien. Por regla general, es mejor hacerlos sencillos, sin añadir elementos superfluos que hagan más difícil retenerlos en la memoria. Hice un experimento mental: me puse a pensar en inmobiliarias que conocía e intente recordar sus logos con la mayor exactitud posible. Hubo uno (un cuadrado de lados blancos con un punto blanco en su interior sobre fondo rojo, un diseño sencillo y limpio) que pude recordar perfectamente y me vino a la cabeza enseguida. Probablemente ese sea un logo bastante acertado.
Como hemos dicho antes, esto no es 1+1=2; los logotipos de las marcas de coche siguen este criterio de simpleza, pero por ejemplo Alfa Romeo no lo hace. Su logo tiene más elementos de los habituales en este sector, pero sin embargo también es reconocible y sirve para identificar su producto. Siempre hay excepciones.
Otro criterio, que por otro lado puede ser obvio, es que no genere sensaciones desagradables que puedan causar rechazo. Si posees una empresa de limpieza, céntrate en representar elementos agradables de tu actividad (frescor, salud, brillo…) y deja de lado los desagradables (polvo, cucarachas, excrementos, bacterias…).
Y por supuesto, tienes que tener bien claro quién es tu público y la imagen que quieres transmitirle. El mismo logo va a causar distinta impresión a una anciana de 90 años que a una estudiante de 17 o que a un administrativo de 50.
Recuerda que todo este pequeño artículo es un resumen algo simplista y muy reducido de lo que es el diseño, hemos intentado trasladaros algunas pautas básicas dentro de lo que es toda un complicada profesión la de diseñador gráfico, la cual es compleja y está completamente llena e auténticos profesionales que son capaces de hacer maravillas a la hora de transmitir y comunicar tu imagen de empresa.
¿Tienes una empresa y quieres un diseño de un logotipo que te identifique y mejore el branding de tu negocio? Somos diseñadores de logo, si buscas los servicios profesionales de diseñadores gráficos, si lo deseas llámanos o escríbenos. Hemos diseñado logos para varias empresas y han quedado muy satisfechas con el trabajo de diseño. Cuéntanos tu idea y nosotros la plasmaremos en el diseño. Hasta la próxima entrada.